Nuevo León, en el norte de México, enfrenta una preocupante situación con respecto a las muertes asociadas al calor, según datos recopilados hasta el 8 de julio. De las 167 defunciones registradas a nivel nacional, 82 han ocurrido en esta entidad, representando el 48.5% del total. San Nicolás de los Garza lidera en número de víctimas, con 22 lamentables muertes, seguido por Monterrey, Guadalupe, Apodaca y Lampazos.
Más de 80 muertos por causas relacionadas al calor
En un análisis detallado, se revela que 71 de los fallecimientos fueron a causa de golpes de calor y 10 por deshidratación. Los días críticos fueron el 19 y 21 de junio, con 15 muertes cada uno, y el 20 de junio con 11. La población masculina representó el 70.37% de las víctimas, mientras que las mujeres constituyeron el 29.63%. Esta problemática se ha exacerbado por cortes en el suministro de agua, vinculados a trabajos de reparación en el Acueducto Cerro Prieto.
Falta de abastecimiento de agua empeora la situación
El mantenimiento en el acueducto ha generado dificultades en el abastecimiento de agua, con cortes desde el miércoles 12 de julio en algunos municipios. Aunque se prometió la normalización del servicio para el sábado 15, persistieron las quejas ciudadanas. Las autoridades, ante esta situación, implementaron un operativo con pipas para abastecer a los sectores más afectados. Se hace un urgente llamado a la población para cuidar y racionar el agua, adoptando medidas como bañarse en tres minutos y limitar el riego de jardines y lavado de vehículos.
En este contexto, el reto no solo radica en abordar las consecuencias inmediatas de las altas temperaturas, sino también en desarrollar estrategias a largo plazo para enfrentar el cambio climático. La combinación de eventos climáticos extremos y la infraestructura insuficiente para afrontarlos resalta la necesidad de una planificación integral. La conciencia ciudadana sobre la gestión responsable del agua y la implementación de medidas preventivas son fundamentales para proteger a la población vulnerable y construir resiliencia ante futuros desafíos climáticos.
¿Cómo prepararse contra el calor?
Ante la creciente amenaza de temperaturas extremas y eventos climáticos relacionados con el calor, es esencial que las comunidades adopten medidas efectivas para prepararse y mitigar los riesgos asociados. Aquí hay algunas recomendaciones prácticas para enfrentar el calor y sus consecuencias:
En primer lugar, la conciencia pública es clave. Las autoridades deben implementar campañas informativas sobre los peligros del calor extremo y cómo reconocer los síntomas de afecciones relacionadas, como golpes de calor y deshidratación. Educar a la población sobre la importancia de mantenerse hidratada, usar ropa adecuada y evitar la exposición prolongada al sol puede marcar la diferencia.
Además, se debe desarrollar una infraestructura resistente al calor. Esto incluye la creación de espacios sombreados en áreas públicas, la instalación de fuentes de agua accesibles y la mejora de la ventilación en lugares cerrados. Las ciudades pueden implementar políticas de planificación urbana que promuevan la plantación de árboles y la construcción de edificios sostenibles, contribuyendo así a reducir la isla de calor urbano.
La preparación también implica contar con planes de respuesta a emergencias efectivos. Los servicios de salud deben estar equipados para atender a personas afectadas por el calor, y los sistemas de alerta temprana deben ser robustos y accesibles. Establecer refugios temporales con aire acondicionado durante olas de calor es crucial para proteger a aquellos que pueden estar en mayor riesgo, como adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Por último, fomentar prácticas de conservación del agua es esencial en regiones propensas al calor. Esto incluye la captación y almacenamiento de agua de lluvia, así como el fomento de hábitos de consumo consciente. La utilización de tecnologías más eficientes en el uso del agua, así como la implementación de regulaciones para prevenir desperdicios, son medidas cruciales para preservar este recurso vital durante periodos críticos.